Me gusta no tener que estar cada momento del día pensando que quizá ese sea el día en que alguien me mate, o a ti, o tener que esperar que algún cabrón imbécil diga algo idiota sobre que soy mitad Negra y Blanca. Me gusta no tener pinches pesadillas todas las putas noches y considerarlo pútamente algo normal al punto en que me sorprende cuándo puedo dormir cuatro horas sin una.
Me gusta estar contigo y cómo hemos vivido aquí y si tengo que escoger entre estar contigo y tener una vida contigo y ser Bruja, te escojo a ti.