1/2
Dios, Nathan. [Frota ligeramente sus frentes] No tienes una gota de romántico y sin embargo hay ocasiones, como ésta, donde lo logras de tal forma en que agradezco que esté sentado porque me quitas el suelo de mis pies. Y vuelvo a descubrir por qué te amo tanto.
[Beso] A ti. Que siempre estás enojado, que tiene la fácilidad de una piedra para hacer amigos, cero paciente y altamente grosero.