2/3
Lo traté de matar. Pude haberlo dejado ciego. Y sin embargo me perdonó aunque yo fui un hijoputa imbécil que ni siquiera se disculpó, y se volvió mi amigo. Y me enseñó a escalar y me trataba como una persona cualquiera, no como si fuera una cosa o una bomba o-- un algo. Cómo si fuera normal. Y cuándo yo todavía estaba pensado que estaba sólo en el mundo, él ya me estaba conociendo, y se lo hice jodídamente difícil.