Bastante más difícil, diría yo. No sé a qué clase de campamentos habrás asistido, Mabel, pero tengo la impresión de que usualmente uno no está en riesgo tan directo de ser comido por criaturas peludas y viscosas.
¡Ahora, no debemos dejarnos amilanar por eso, por supuesto! Es una excelente oportunidad para poner a prueba nuestra inventiva y nuestro espíritu de aventura.