Lo sé. Lo sé, y parte de mi está agradecida. Si es un lugar en donde puedes vivir libremente, entonces no puedo tener quejas. ... Éso continúa siendo cierto; no ha cambiado, pero...
Tal vez... soy yo el problema.
[Entrelaza sus dedos, nerviosa.]
Tal vez no soy... tan capaz de soportar mi propio corazón como creía serlo antes.