[Una vez en el mesón guarda el frasco en una caja con interior acolchado y la asegura cuidadosamente con una amarra. Luego saca de alguna parte (¿o lo tuvo en la mano todo el tiempo?) un pergamino escrito en tinta con una declaración que afirma que la persona abajo firmante está en pleno conocimiento de que se le administrará poción para suprimir recuerdos, y que accede a su uso por voluntad propia y libre.]
Necesitaré que lea esto con atención, y lo firme. [Te entrega su pluma.] Cualquier pregunta que tenga al respecto, no dude en hacérmela.