[Te mira, limpiándose algo de ron de la comisura de los labios, todavía sin saber qué pensar de esto.]
Muy bien... no tengo idea de qué estás hablando. Pero este es el asunto, mate. [Se endereza, poniéndose algo más serio.] Si de verdad eres el culpable de que yo esté aquí ahora, vas a necesitar algo más que unas disculpas y unas cuántas botellas de ron para arreglarlo, porque, francamente, no me gusta mucho estar aquí ahora.