No. A lo largo de la guerra, Kiritsugu sólo me habló en tres ocasiones. Por otro lado, Shirou... [Y su expresión, que tan rápidamente se había endurecido, se torna serena una vez más.] A pesar de no ser un mago propiamente tal, y de verme muy empobrecida de mana, luchar a su lado y al de Rin me trajo gran paz. Por lo que incluso si el final de la guerra no fue el que deseaba, finalmente fui capaz de luchar de una forma satisfactoria.