Pero madre... ya no soy un niño. Tengo trece años. Sé que voy a tener que depender de personas, que con mis piernas nunca seré el lord fuerte que esperabas de mi... pero no soy un inválido. Puedo luchar y puedo defenderme y todavía hay muchas cosas que puedo conseguir.
Mi sueño de ser caballero murió, pero yo no. Y mientras tenga vida, puedo encontrar otros ideales.