Punto número uno: Entiendo el motivo por el cuál sientes que debes disculparte, porque en cierta manera fuiste tú, en un sentido muy vago y distorsionado, como si fuera la versión del mundo Bizarro o algo tuya.
Punto dos: Mira, si fuera yo enfrentándome a tu versión mezquina, le hubiera dado un puñetazo desde el principio. Hace mucho, mucho que dejé de tolerar a abusivos racistas.
Punto tres: Pero esa chica o fue la que Nadalandia trajo. Sacó la que hubiera sido si... si no hubiera conocido a todos mis amigos. Si no hubiera sabido quién es mi madre. La chica que hace mucho tiempo consideró que la única manera de sobrevivir era no sobresalir nunca. ¿Y, la verdad? Odiaba ser esa chica. Así que, imagino que el tu que fuiste en estas semanas tampoco te debe ser muy querido.
Y llegamos al punto cuatro y final de mi exposición: Así cómo no era yo realmente, y tampoco eras tú, en serio que no considero que sea necesario que te disculpes, porque ninguno de los dos fue quién sería realmente.