[Ciertamente, compartís los mismos talentos. Su propia intuición le permite moverse con suficiente agilidad para poder mantener sus flancos protegidos. Pero el brillo de Excalibur es un problema... Si no hace algo, lograrás que retroceda.
Sin siquiera hacer un movimiento, el casco se abre para volverse uno con la armadura, mostrando ese rostro idéntico salvo por la expresión salvaje que porta. Con su identidad al descubierto, Clarent deja de brillar.
¿Puedes verlo? La espada rezuma sangre. La sangre que derramó en la última batalla. Clarent ya no es la espada sagrada que designa al heredero del rey, es una espada maldita portadora de desastres... Que busca más sangre.]