[El choque de sus espadas estremece el aire a su alrededor; césped quemado, tierra removida - sin embargo, su cuerpo se siente ligero, y la música que Excalibur y Clarent hacen al tocarse es hermosa, incluso manchada por la indiferencia de una y la furia de la otra.
Indiferencia. ¿Es eso lo que siente al ver el yelmo, la armadura? Cada golpe que el caballero da, ello lo contiene, sin retroceder un paso, buscando avanzar tras cada arremetida de su (súbdito) (hijo) (homúnculo) contendiente. Indiferencia; nada perturba su mente, por lo que nada perturba la firmeza de sus brazos.
Sin hablar. Sin gritar. Sin traicionar nada, Arturia se limita a recibir y rechazar cada corte y estocada sin buscar agredir a su (hija) oponente.]