[Recuperando el aire que no lamenta haber perdido y sin soltar su abrazo, las manos del hombre que soñó con ser caballero acariciaron la espalda del re-- de la joven entre entre sus brazos; una suave caricia, sin buscar incomodarla.
No quiere dejarte ir, no después de lo mucho que soñó con este momento. Sin embargo, parece como si lo hubiera deseado por más tiempo del que recuerda.]