[NO TODAVÍA, MICHÈLE. Mientras menos alboroto hagan, mejor, y un florero ciertamente hace más ruido que un puño en la cara. La silueta de un enfermero pasa junto a ellos por el pasillo, pero sigue de largo sin doblar, por suerte. Suelta el aliento que estaba conteniendo cuando pasa de largo, y te mira significativamente para ponerse en movimiento otra vez.]