[Él se detiene casi llegando a la tienda, vacilando un momento cuando nota su reflejo de reojo en una vitrina cercana. Se lleva la mano al cabello, como buscando arreglarlo... y luego la deja caer, resoplando frustrado y casi riéndose ante su propia ridiculez.]
[Retoma la marcha antes de continuar actuando como un tonto, y cuando abre la puerta y entra asiente en tu dirección con una mirada significativa.]