[Suspira, te mira con mucho cariño y preocupación] Kyouya... pudise haberme dicho algo. En todo caso, ¿hubieras podido descansar algún día para poder vigilar de noche? [Ahora coge la mano de Kyouya con las dos suyas] La solución no era extenuarte al extremo.
[Asiente porque no quiere preocuparlo más] Entiendo. Tendré cuidado con él. Pero, ¿ves? Es mucho mejor cuando conversamos, Kyouya.