[No, pero es lo mejor que se le ocurre ahora. En primer lugar porque el dolor definitivamente no está desapareciendo y no es que sea alguien que le tema al dolor, pero tampoco es tan masoquista. Y en segunda, porque eres una desconocida-- por muy incómodo o riesgoso que sea contarte algo tan personal, a ti no va a afectarte como podría afectarle a alguien más cercano.]
[...] Me enamoré de una mujer, hace muchos años. Era hermosa, lista y atrevida. [Pausa.] Y estaba casada.