Maldita sea, ¿porqué chingados tengo que hablar de esa hija de puta? [Respira, apoyando el rostro contra tu hombro] La primera vez que me 'entrenó' me rompió la nariz y dos costillas. Todvía era un whet. Ya podía curarme un poco, pero no como ahora. Al día siguiente tuve que correr con las vendas. Fueron dos semanas en lo que las costillas me dejaron de doler. Ese primer año, fue hasta que casi me da hipotermia que se le ocurrió darme las pieles de borrego. Yo hacía casi todo ahí. Limpiar, cocinar, cuidar a los animales... joder, hasta horneaba pan cada tercer día.