[Al principio por supuesto que no entiende a qué viene eso y te mira extrañado. Pero apenas tus labios hacen contacto con los suyos, se sorprende y queda descolocado por un instante.]
[Puede ser un torpe, pero igual lo es de su parte cuando, con todo y sintiendo sus mejillas arder, cierra los ojos y te lo devuelve con delicadeza.]