[Y es por eso mismo, que a pesar de que no te conoce lo suficiente, se siente con el deber de, bueno... extender sus brazos hacia ti en un intento de abrazo.] En el momento que mi marido te adoptó, formaste parte de mi familia también.
En mi condición de Homúnculo, desde un comienzo con Kiritsugu asumimos que mi muerte sería más temprana que tarde. Lo que más lamento fuera de la guerra, es no haber podido darle una vida normal a las personas que amé, pero estuvo determinado desde el nacimiento de Illya y el mío, que terminaríamos de la misma forma...
Dicen que la esperanza es lo último que se pierde y es algo que parece que aprendí a costa de haber desarrollado emociones humanas. Lamento mucho que hubieses tenido que cargar con la culpa de algo contra lo que no te correspondía enfrentarte.