[Te arrepientes tanto de haberle dado tal poder, no porque no confíes en él sino porque siente que le has dado un peso más grande del que puede soportar. Vas a suspirar un poco y abrazarlo con un poco más de fuerza, lamentando lo que vas a tener que hacer.] Lo siento, Brillante. Te he presionado más de lo que debería.
[Eso es lo último que vas a decirle antes de destrozar su celular con una de tus extremidades metálicas, asegurándote de que al menos no sufra con la muerte que le has dado.]