¿P-Por qué no? [Oh no, ¿es tu prisionero? Quizás, ¡quizás pueda noquearte y escapar--! Nah, a quién engaña, él no puede hacer eso. Está condenado a pasar el resto de sus días aquí; condenado a que su existencia se vuelva no más que un hilillo de humo en los recuerdos de sus familiares y conocidos.]