Gabriel. [Se estira para conseguir otro agarre, empujándose aunque siente cómo si el hielo-mezcla-piedra le arrancara la piel de os dedos. Hay, por ahí cerca, un espacio donde, si se queda quieto, posíblemente pueda sentarse un minuto antes de seguir, sólo necesita un minuto para poder curarse] Gabriel, Gabriel.