[Ten aquí a una adolescente que acaba de llegar al cementerio-- magullada, con un corte en una mejilla y expresión de estar harta de todo.
Lleva una lanza en una mano, un escudo en otra, y un bebé absolutamente intacto firmemente amarrado a su pecho en un improvisado portabebé. EN TU CARA, NADALANDIA.]