[No responde nada a eso, caminando en silencio un momento. Tal vez es cierto.]
[Cuando vuelve a hablar, su tono es suave, entre triste y afectuoso.]
Si tuviera que ser una de las dos, sería Fuego quién escogería arriesgarse y descuidar su bienestar por mí. Siempre hace eso, y siempre se lo reprocho.