[Que le rehuyas sólo aumenta el gusto amargo que tiene en la garganta, es su culpa por ser débil y no haber ganado ese duelo. Por no ser tan bueno como esperabas.] [Coloca sus manos sobre tus puños.] Lo sé, no te rindes y no abandonas a nadie...pero ahora tienes que recostarte para recuperar tu energía.