¡Eso no es cierto! [Oh god no debió gritar todo le retumba.] Deja de hacer eso, ser tan suave conmigo... [Se pasa una mano por la frente, su voz ronca.] Esa noche, debí ir. Debí estar ahí cuando te enfrentaste al peón de Fusión, pero elegí escuchar a Akaba, si tan solo hubiese ido... [Siente que le duele el pecho y no precisamente por el resfrío.] ¡No hay noche en que no piense en que hubiese pasado si hubiese estado a tu lado!