[Sonríe un poco, enternecida, aunque sería mucho mejor si dejara de sentir punzadas de tristeza cada vez que haces eso. Pero va a hacer su mejor esfuerzo por ignorarlas y moverse a buscar una manta para el bebé, cubriéndolos un poco a ambos con ella.]
Deberías quedarte aquí con él. Fuego y yo podemos encargarnos de conseguir lo que sea necesario.