Pensé que era por mi. Padre siempre te quiso tanto que... pensé que necesitaba demostrar que no era un capricho, que... que podía ser digno de ti. Seguí órdenes, conseguí tríunfos para Camelot, mantuve la distancia que mi rey me había exigido pensando que podía superar lo que fuera que me hiciera falta para que mi padre me considerara digno de ti.
Me encerró en las mazmorras una semana cuándo le pedí tu mano formalmente. Y tuvo interés durante varios meses de enviarte a Galia. ¿Recuerdas? Te negaste porque el hijo del rey era demasiado cruel.