[No se aleja ni mucho menos, y la sonrisa exasperada que intenta lanzarte no le resulta demasiado porque 1) sigue tremendamente feliz de verte, 2) sí le preocupa que te duela y 3) eso de hecho suena tentador.]
Comencemos por sentarte, ¿sí? [Te va a empezar a llevar con cuidado a alguna banca por ahí.]