Pasé más de la mitad de mi vida adorándote, Morgana, y sé que tú también me quisiste. Discutíamos por todo, pero cuándo era algo importante, aún cuándo tardáramos, llegábamos a un acuerdo.
No sé cuándo fue, pero hubo algún momento en el que pudimos haber llegado a entendernos. Lo perdimos, y esa es la verdadera tragedia. Pero sé que existió ese momento.