1/2
Sé que no lo justifica, pero traté de hacerlo varias veces. Pasé los últimos diez años siendo tu enemigo y extrañaba, cómo segúramente no me creerás, poder habar contigo y verte feliz.
[Suspira, viendo hacia su mano con sus dos anillos de boda] Empezaba a decirlo y me contabas de Aramis y de Fuego y eras feliz y no podía hacerlo. Me justificaba, pensando que aquí, al menos, podía evitar que mi padre te quitara eso.