[Se ha preocupado de mantener sus defensas levantadas, pero es posible que aún así sientas la puntada de dolor y confusión que siente cuando dices eso. ¿Que no te ama?][Retira su mano de la tuya, volviéndola al apoya-brazos del trono.]
... Lo soy. Si la lealtad aún existe, sé que puedo contar con la tuya, y tú con la mía. Nunca debes temer nada de mí, Fuego.