[Te mira un largo momento en silencio, intentando tranquilizarse, pero al mismo tiempo sintiendo un sabor amargo en la boca.]
¿Qué ganas mintiéndome? Esa es una buena pregunta. Y tú deberías saberlo bien. Incluso aquí, me mentiste cada momento que me trataste como una amiga, sabiendo todo lo que estaba por venir.