["Querido". Así lo llamabas, es cierto. Así te llamaba él a veces también.]
Tan seguro como estoy de que serías perfectamente capaz de sacar conclusiones por tu cuenta sin alejarte mucho de la verdad, creo que sería mejor ahorrarnos algunas molestias. [Inclina levemente la cabeza, haciendo un gesto con la mano para que lo acompañes y moviéndose para caminar.] Camina conmigo, por favor.