[Mira su papel y luego a ti.] Serah, el día que compré los collares de compromiso no podía encontrar algo que simbolizara cuanto te amaba. Traté con anillos, aros y un montón de joyas... al final me decidí por los que llevamos, porque solo podía pensar en mi amor por ti como en algo tan enorme como el nido. Ahora sé que me equivoqué, porque lo que siento por ti no puede ser contenido por nada.
... [Guarda el papel en el bolsillo.] No importa lo que suceda, Serah. Siempre voy a amarte, por quinientos años más, estoy... estoy agradecido de que me aceptaras como tu esposo. Gracias por todo, cariño.