[Sigue mirándote un momento, sin acercarse aún, indecisa. Por un lado, no le agrada nada la idea de hablarte, o estar siquiera cerca tuyo, no con la manera en que siempre la miras. Por el otro... no sabe a quién más podría preguntarle lo que quiere saber.]
[Así que se obliga a tragarse un poco el orgullo, respira profundo en preparación, y camina hacia ti.]