[Te mira cuando dices eso, y por un momento casi parece que fuera a decir algo. Pero en cambio respira profundo un par de veces, y se endereza, con la mandíbula apretada y agarrando con tanta fuerza el arco que los nudillos se le ven blancos. Pero al menos recuperó la compostura.]
[Asiente en tu dirección, antes de entrar corriendo al bosque por donde le dijiste.]