[Lo sabes ya, entonces. Vacila, con los ojos vidriosos aún, y parece estar intentando decidir algo, la expresión endurecida.]
[...][Finalmente baja el arco, aunque sin quitar la flecha, lista para usarla si tiene que. Te señala un edificio en la distancia con un gesto de la cabeza.] El hospital. Ve. Es un refugio, está protegido.