[Te mira de arriba a abajo un momento, sin decir nada, el gesto aún duro. Cuando habla es apenas un susurro.] Así que ni siquiera eres capaz de responderme de frente, como un hombre.
[Aleja su rostro de ti sin dejar de mirarte del todo, con aspecto disgustado.] Es claro que estaba equivocada al creer que te conocía, Merlín, pero incluso así nunca te hubiera imaginado un cobarde