[Pensó que estaba bien con esto, que estaba acostumbrado a que no confiaran en él. No se supone que sienta tan feo cuando le confirmas.
Exhala fuerte por la nariz, como si quisiera reír.] ¿Sabes qué es gracioso? Yo sí confío en ti. [Comienza a temblar un poco más fuerte.] Y es tan irónico saber que siempre estuve en lo cierto, que nunca fui de tu confianza. Aún después de todas las cosas que hemos pasado juntos.