[Bueno, sí es una nena de no más de doce años blandiendo una lanza el doble de su tamaño y matando monstruos como si fuera cosa de todos los días. Que, de hecho, lo es.
Pronto ya no quedan más que un par, al menos. Aprovecha una breve pausa para acomodarse la chaqueta de cuero que se le había empezado a deslizar por los hombros, antes de enfrentar a la siguiente criatura.]