[No sabe cómo interpretar eso. O como responder a eso. Pero hay algo que sigue molestándolo, un poco...] Dijiste... Dijiste que no querías que te confundiera con un demonio. [Te mira, frunciendo más el ceño.] ¿Por qué haría eso? [De todas las cosas, nunca le ha tocado un demonio.]