[Sonríe a eso, pero no dice nada. En cambio aparta la capa de su hombro con un movimiento, para sentarse junto a tí, la espalda apoyada contra el tronco.
Observa el cielo oscureciéndose en silencio por un rato.] Creo que eres la primera persona que me reconoce sin la necesidad de presentarme.