No voy a poder convencerlos que el mundo exterior no es una amenaza porque... vamos, las veo todos los días en Nueva York. Pero hay cosas buenas afuera también, y el dragón inmóvil en el lecho del río es devorado por los cangrejos. De eso, espero sí poder empezar a hacérselos ver. Mostrarles gente infiel honorable que ayuda a que el mundo sea un mejor lugar.