[Como si ya no fuera poco que la hayan sacado de su preciada habitación, además le cambiaron su ropa y le pasaron una canasta con apetitosas manzanas, mientras una voz omnipotente le dice que las ofrezca a los habitantes de Nadalandia.
Y puede incluso que cuando las veas, no te resistas, porque se ven demasiado rojas y demasiado deliciosas para ser verdad. Pero todo tiene su precio, porque si decides atreverte a coger una a pesar de la terrible cara de molestia que posee la dueña, lo más seguro es que a los minutos sientas extraños efectos a través de tu cuerpo. ¿Comerás?]