[Sí, ya no puede resistir más y tiene que soltarte, retrocediendo un par de pasos por la fuerza del impulso. Maldición.
Pero alcanza a verlo, tus ojos, el cambio.] ¡Vamos, Ven! ¡Sé que estás ahí adentro! ¡Tienes que resistir! [Eleva la voz.] Humiliare sub potenti manu Dei; contremisce et effuge, invocato a nobis sancto et terribili nomine, quem inferi tremunt...