...Ya lo estoy. [De haberla lastimado la primera vez. No está muy seguro de cómo va a perdonarse eso todavía, pero sí que va a tener que aprender a vivir con ello.]
Si sirve de algo... No pienso volver a dejarla, no mientras de mí dependa. [Te mira a los ojos, y su mirada es decidida a pesar de todo.] Y eso no es una promesa. Es un hecho.