[Baja la mirada y niega algo triste.] No. No espero que me perdones por eso. Diablos, estás en todo tu derecho a no hacerlo. Incluso estás en todo tu derecho a querer golpearme o no volver a hablarme, no te culparía.
[Te mira.] Pero... sentí que tenía que decírtelo. Que no vayas a perdonarme no quita que lo lamente. Por... [Exhala.] Por todo.