Comprendo. [Sonríe un poco.] Madre solía hacer algo similar. Hubo un tiempo en que prácticamente todos los días volvía a casa con una película animada, con la esperanza de que finalmente me interesaran. Por suerte se dio cuenta de que sus intentos eran fútiles antes de que cumpliera los cinco años, o hubiéramos amasado una cantidad impresionante de cintas que hubieran permanecido sin tocarse por años.